Relaciones Disfuncionales y sus Derivados
Este no es un post acerca de causas y consecuencias. Es un post acerca de procesos y transformaciones. No voy a enumerar nada, y sí compartiré algo del misterio personal que se me está siendo revelado. Es así como me animo a escribir los días Domingo (así como me anima escribirlo con mayúscula).
A lo largo de mi vida el tema de las relaciones ha sido un asunto central. Me he enamorado y desenamorado una y otra vez, repitiendo el patrón de Ilusión, relación, desilusión. Llegué a colocar tanta energía en la otra persona, que sin darme cuenta, comencé a alejarme de mi propia esencia, olvidando quién era, mis necesidades, mis deseos, incluso a casi sabotear mis anhelos.
Hasta hace "relativamente" poco tiempo el tema de la Autoestima era entendido por mi mente, sin embargo, no había terminado de decantar. De hacer ese "click". He tenido relaciones disfuncionales con hombres, con la comida, con la familia... Buscando colocar la responsabilidad en lo externo acerca de mis frustaciones, cuando en realidad la verdadera frustración yacía en el hecho de tener una relación disfuncional conmigo misma.
En el instante en que lo externo perdió sentido, y vino la última gran desilusión (afortunadamente, y entenderán por qué, a continuación), pude mirar hacia adentro con menos recelo (y más compasión). Sabiendo que hay una parte luminosa dentro de mi y otra de sombra. Una de certeza y una de duda. Una de valentía, otra de miedo. Una de amor, una de odio... Una de aceptación, una de rechazo.
¿Quién soy, qué quiero y cómo relacionarme fuera de los patrones que he oído repetir una y otra vez en la memoria colectiva de la socidad sobre lo que debe ser/hacer/tener/querer una mujer?

Aún me encuentro en esa búsqueda, profundizando, paso a paso, permitiéndome ser cada vez más
honesta (sin presión, sin resistencia). Dejar de complacer (o rebelarme), cumplir expectativas (o llevar la contraria), competir (o rendirme), pedir desde la carencia (o desde la arrogancia), ceder cuando no quiero o resistirme cuando sí. El proceso de ir hacia adentro puede ser tormentoso o creativo. Los he vivido ambos... Y aunque ambos son transformadores (y necesarios), me estoy permitiendo disfrutar del creativo.
Cuando dejé de colocar la energía afuera, fue maravilloso poder nutrirme de esa fuente inagotable, dando vida a un proyecto que me permite crecer, al tiempo que favorece el proceso de crecimiento de mis consultantes (que me buscan o bien para resolver un conflicto que han identificado, o bien para que las apoye a identificar el conflicto que no logran ver por sí mismas; en cualquiera de los casos centrado en la relación de ellas con su entorno, en las instancias personal, familiar, laboral o social).
Este proyecto, dio vida a Arquetipos del Amor©, un método de autoconocimiento (y creación propia) que revela de forma sencilla, divertida y profunda a la vez, el poder detrás de la forma en que nos relacionamos (y debo contarles que estoy experimentando el proceso de enamorarme de este proyecto que es también parte de mi... Sin expectativas o pautas... Dejándolo ser y revelarse en toda su abundancia. Creo que por eso las personas que lo han conocido también se han enamorado de él).
Tal como explica Carl Jung, los arquetipos son un fenómeno universal, que se manifiesta tanto a nivel personal, como colectivo, y que representan la forma en que nos relacionamos a través de posibilidades heredadas de representaciones (de un rol).
El Arquetipo es la forma que heredamos, y el contenido es la experiencia que vive el individuo. Cuando no conocemos nuestros arquetipos, ellos se apoderan de nuestro inconsciente. Cuando los conocemos, nos identificamos... El desafío es, entonces, trascenderlos. Sin embargo, no podemos trascender lo desconocido.
El amor, por otro lado, es la capacidad de transformación constante que no se identifica con ninguna experiencia. Cuando es incondicional, se expresa sin expectativas, dando paso a la autenticidad. Es por ello que el amor es una llave fundamental hacia el autoconocimiento, y en su momento hacia la trascendencia.
El poder detrás de la forma en que nos relacionamos, representa, pues, un desafío, que nos invita a revelar, tanto nuestras máscaras, como nuestros rostros verdaderos, dando paso a la conciencia de quiénes somos (individualización), en armonía con nuestro entorno personal, laboral, social y familiar (unidad).
Cuando trabajo con el Método Arquetipos del Amor© busco orientar a mis consultantes para ubicar un punto de encuentro entre lo que reflejan, y el potencial que habita dentro de su ser, mediante las principales manifestaciones: El Conquistador - El Encantador - El Influenciador - El Seductor...
"Una vez que la mujer se vuelve consciente de las fuerzas que influyen en ella, obtiene el poder que ese
conocimiento proporciona"
Jean Shinoda Bolen
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