top of page

¿Por qué la Calma es Productiva?

No sé a ustedes, pero en general la Luna Creciente me pone mucho más activa, con más idea, más energía, más ganas de hacer y hacer. Personalmente me gusta esta fase, pues pongo al día muchos asuntos que me había costado poner en marcha. Es un ciclo, sin duda, para aprovecharlo al máximo.

El problema está cuando en el hacer, nos desligamos de nuestras intenciones, nuestras necesidades y deseos verdaderos e incluso de lo que es prioritario en nuestra vida. Creemos que el quehacer ininterrumpido nos acerca al logro, cuando puede que las tareas diarias nos estén separando de nuestro sueño, y lo peor de todo, sin darnos cuenta.

Mi maestro, Suryavan Solar, repite continuamente: Hay que tener Ritmo y Pausa. ¿Qué es el ritmo? Nuestro ciclo natural, lo que conecta nuestras acciones con nuestra esencia. ¿Qué es la pausa? El espacio para realinearte con lo que realmente aspiras, asegurándote de que tu día a día no es solo una lista de to do´s... Y sí una nueva oportunidad para cumplir tu misión cada día, hoy mismo, no en un futuro lejano e indefinido.

Como nuestra sociedad está orientada al logro, buscamos destacarnos y ser reconocidos, abusando de nuestra energía sin darnos el tiempo para regenerarnos. Esto nos lo da la calma.

La calma es un estado del ser. No es sólo una parada que haces en el día para tomar un café o tomar una respiración profunda... Pero para que la calma sea una de nuestras virtudes, se requiere disciplina.

A continuación, algunas formas para practicar la calma, de forma productiva:

1. No te levantes inmediatamente cada mañana... Tampoco te des vuelta para seguir durmiendo de 9 en 9 minutos haciendo "snooze, snooze, snooze". Cuando abras los ojos, inhala profundo, estírate y quédate unos segundos acostad@. Agradece por el día, aprecia la salida del sol (incluso si hay lluvia) como un fenómeno sagrado de la naturaleza. Coloca tus pies en el piso, y agradece a la tierra bajo tus pies, que te sostiene sin pedir nada a cambio, ni siquiera reconcomiento.

2. Medita antes de comenzar tu día... Y ten un lugar donde puedas practicar tu meditación. Enciende una vela, siéntate correctamente pero de forma cómoda. Enfócate en tu respiración, tomando consciencia del aire que entra y sale, de forma fluida. El aire limpio que nos proporciona la atmósfera, el mismo aire que cada ser vivo respira. Estamos todos conectados.

3. Cuando tomes agua, haz una pequeña bendición... "Que esta agua purifique mi cuerpo, mi corazón y mi mente"; "Que el agua fluya constante y pura para todos" o cualquier otra afirmación que quieras hacer. El agua no sólo sirve para quitar la sed y prevenir la aparición de la celulitis. El agua como elemento vital, nos armoniza, limpia nuestras aguas y, por ende, nuestras emociones.

4. Ten un espacio de no hacer nada... Esta es la primera tarea que doy para la mayoría de mis trainees, y sorpresivamente... ¡La que más los desafía! ¿Por qué? Porque creen que están perdiendo el tiempo, porque no aprendieron a estar a solas consigo mismos. Cada día dedica 5 a 10 minutos para no hacer nada. No intentes meditar o no pensar. Se trata de un espacio de descanso consciente. Aprovecha para relajar tu cuerpo, dejar los electrónicos lejos y simplemente aprende el arte de estar contigo mism@.

5. Aprende de tus experiencias... Desapégate tanto del fracaso como del triunfo, pues cuando te apegas, te estancas. Se trata de reconocer tus aciertos, tus errores, celebrar o rediseñarte y continuar superándote cada día un poco más. Trabaja por transformar la ambición superflua en aspiración honesta. "¿Para qué hago lo que hago cada día?"; "¿Cómo se benefician los otros con lo que realizo?"; "¿Estoy dañando a alguien con mis acciones?" son preguntas que te invitan a dar un paso más no sólo en tu progreso, sino en tu evolución.

6. Ten paciencia... No todos piensan igual que tú, no todos tienen las mismas expectativas que tú. La impaciencia nos lleva a despertar emociones aflectivas como la rabia, la ansiedad y el estrés. Cuando dicen: respira profundo, es porque realmente funciona. Disparamos nuestras emociones desmedidas con patrones respiratorios, corporales y gestuales de los cuales no somos conscientes. Cuando respiramos profundo, en un momento de rabia, por ejemplo, nos damos la oportunidad de moderar esta emoción y preguntarnos si realmente es para tanto agredor verbalmente a alguien simplemente porque iba distraído al caminar. La paciencia es la base de la compasión. Y el amor es una de las virtudes de la calma.

7. Ten tu ritual para ralentizar el ritmo... El mío, por ejemplo, es tomar una taza de té. Funciona incluso no solo para calmar mis ánimos, sino también para apoyar a calmar los ánimos del entorno. ¿Viene alguien a traerte una preocupación? Invítalo a una taza de té de hierbas naturales, preferiblemente orgánicas. El solo hecho de esperar que el agua se enfríe y tomar sorbo a sorbo, ya es en sí mismo, una meditación activa. Una caminata puede ser otra buena opción, o incluso, escuchar tu música favorita.

8. Prepárate para dormir... No me canso de decirlo: estoy convenciada de que el sueño adecuado es el proceso regenerador más potente que existe y que sabiamente nuestro cuerpo nos pide cada noche. Pero para que sea eficiente, debemos prepararnos antes de ir a la cama. Una hora antes de tu momento de dormir, comienza a prepararte. Cena. Apaga la tv, responde tus últimos mensajes en el teléfono, cierra la compu. Apaga la mayor cantidad de luces posibles. Date un baño tibio, asegúrate de que tu habitación esté organizada y armónica. Realiza un set corto de estiramientos, y realiza alguna lectura leve. Si te gusta meditar de noche, hazlo en este momento. Diez minutos antes de dormir apaga las luces y realiza una serie de respiraciones para relajar tu cuerpo. Cierra los ojos, y descansa profundamente.

Love,

Yaramtia

33 visualizaciones

POSTS RECIENTES: 

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey
bottom of page