¿Por qué el chico malo?
Cuando tu película favorita de princesas es La Bella y la Bestia, hay un mensaje clarísimo de tu inconsciente: hay algo en la oscuridad que te atrae en cuanto a relaciones.

Recuerdo haberla visto en el cine cuando niña, maravillada con la escena de la danza con el vestido amarillo, esperanzada con la transformación de la bestia en un caballero, a pesar de sus esporádicos ataques de ira. Luego la debo haber visto unas 80 veces (un número aleatorio con que busco ilustrar la adoración por la peli), hasta hoy me sé las músicas de memoria, y sí: sigue siendo mi favorita.
"¡Tienes Venus-Plutón en tu carta!" Me dijo mi amiga y astróloga durante una clase en la que estudiábamos a Venus, conexión con el deseo y qué pasaba cuando estaba aspectada con "el señor del inframundo", Plutón. En su rostro se dibujaba una risa nerviosa, con un toque de compasión.
A continuación, me revelaría el misterio de por qué tenía esta tendencia a atraer relaciones intensas, medias (o completamente) disfuncionales con una clara dependencia psicológica hacia mis parejas (o prospectos de pareja)... El aspecto Venus-Plutón no es malo en sí, pero sí implica un desafío interno a superar, sobre todo cuando viene en forma de cuadratura. Y si lo desconoces, pues el aspecto se hará cada vez más obvio, hasta que sea imposible ignorarlo y reconocer que tienes un issue a trabajar (al igual que cualquier tendencia o patrón autodestructivo).

MI HISTORIA
De joven siempre atraje a chicos mayores, y después a hombres mayores. Esos que generaban una mezcla de expectativa, admiración y miedo (porque el miedo puede ser excitante, ¿cierto? Recuerden: 9 semanas y 1/2; Drácula, Crepúsculo, 50 Shades of Grey, True Blood...). Los chicos malos, pues. La intensidad en las relaciones se transformó en una adicción para mi. Incluso, si la relación no era apasionado/dramática, me aburría y salía rápido de ahí, en búsqueda de alguien que llenara estas expectativas.
La necesidad de "transformar" al hombre que estuviera a mi lado se volvió tan excesiva, que llegué a enamorarme de "la idea" que tenía de una persona, por lo cual, se volvió una obsesión. Fue, entonces, cuando toqué fondo.
VENUS PLUTÓN
Venus-Plutón quiere fundirse en el amor. Esto es, de hecho, una aspiración hermosa si la trabajamos como el desenvolvimiento de esta energía incondicional dirigida hacia nosotros y hacia los demás, hacia el entorno y hacia la vida... Pero como el amor como sentimiento es algo muy profundo a lo que aún no logramos acceder, surge la tendencia a personificar al amor en la pareja, deduciendo que para fundirse en el amor, necesita fundirse en el otro hasta desaparecer, transformándose en el dependiente o en el perseguidor (en Venus alterada o en Plutón exacerbado)...
Es en este punto donde la persona comienza a creer que realmente necesita del otro para vivir, pues vive para realizar su aspiración. Y el otro, al percibir que es necesario, ejerce su poder de dominación: "Sin mi no puedes vivir"... Y tú te lo crees. Se personifican el chico malo y la ingenua que se cree muy lista. La Bestia y la Bella. Si lo asociara a una dupla de los Arquetipos del Amor, serían el Seductor y la Encantadora, opuestos complementarios, pero en desequilibrio.
Ahora bien, es importante resaltar que este issue surge del interior de quien tiene este aspecto, no es que el otro sea "malo malito" per sé. Él está proyectando una distorsión de nuestra interpretación de la realidad. Por eso es indispensable reconocer nuestros patrones y trabajarlos, para que podamos abrir espacio para sanar y vivir lo que es real.

TRASCENDIENDO
Una vez que Venus-Plutón supera sus desafíos internos, es capaz de vivir el amor en Libertad, se da cuenta que puede amar sin necesitar a la persona, que puede sentir dolor sin aferrarse al sufrimiento y que puede transformar ese amor en algo bello y creativo, en un estilo de vida, en gratitud y en la manifestación de relaciones saludables donde se permiten compartir y aprender, sin co-depender. Y al conectarse con la virtud altriusta, las personas con este aspecto, sentirán el llamado de compartir su experiencia, acompañando a otros en su búsqueda de la libertad.
Hoy en día me permito seguir aprendiendo, experimentando y reconociéndome a través del otro o sola. Falta camino, y cada descubrimiento es una sorpresa. Pues aceptar que no me conozco del todo, requiere también honestidad.
Algo que agradezco de esa pseudo relación con la que toqué fondo, es que fue el impulso para crecer como profesional, como consultora, como entrenadora en desenvolvimiento de personas, como discípula y como ser humano. Es decir, me permití ser vulnerable, y de la revolcada de la ola, quedaron muchos tesoros en la playa, entre ellos, la consulta de Arquetipos del Amor, con la cual apoyo a las personas a conocer su forma de relacionarse y el poder de transformación que habita en ellas.
UN CAMINO PARA REENCONTRARTE
Puede que no tengas, necesariamente, el aspecto Venus-Plutón en tu carta natal o cualquiera de los Arquetipos, Seductor/Encantador, como naturales, pero si te identificaste con "el picture" descrito arriba, te dejo algunas señas para que puedas reencontrarte y trascender en tu propio camino:

1. Acepta: reconoce el patrón. Recapitula tus relaciones y date cuenta de lo que se repitió, identifica tus heridas sin miedo. Aceptar es el primer paso del cambio.
2. Busca apoyo: desde compartir tus revelaciones con tu círculo de confianza, hasta buscar apoyo profesional como un terapeuta y un consultor que te apoyen a comprender y superar el asunto. Algo muy común que suceda cuando somos heridos es que nos volvamos desconfiados o que generemos desconfianza. Así que para volver a ser confiables y a confiar, necesitamos exponernos, hablar de nuestras experiencias, aunque sea difícil, pero mientras más nos escuchamos en voz alta, más podemos revelar lo que nuestras corazas de defensa estaban escondiendo y que por lo tanto no podíamos trabajar.
3. Aprende a estar sol@: hasta que sea natural y cómodo. Me refiero a ese estado de sentirte bien contigo, comprender que no necesitas a alguien para sentirte completo, pero a la vez no necesitas cerrarte a recibir a alguien en tu vida. Personalmente, fui una persona de vivir relaciones una detrás de otra, sin descanso, hasta que viví una ruptura muy dolorosa, solo entonces comprendí que para armar el rompecabezas, después del quiebre, se necesita tiempo consigo mismo, para pasar el duelo, poder decantar lo que vivimos y aprendimos, así como lo que podemos trabajar y rediseñar, aunque nos tome tiempo.
4. Practica el desapego: vive tus relaciones con fluidez. Enfócate en el presente, disfruta del otro contigo y de ti sin el otro. Observa tus expectativas y déjalas disolverse. Manténte atento a tu necesidad de control y suelta. Aprende a expresar tus emociones, tus necesidades y a trascenderlas, para poder vivir también el estado de calma y disfrutar de él.
5. Conócete: indaga en qué quieres, qué necesitas realmente. Cuál es la raíz de tus sueños. Estudia, haz cursos, retiros, viaja. Prioriza tu desenvolvimiento personal, abre tu corazón, amplía tu mente, fortalece tu cuerpo y nutre tu espíritu. Crece como ser, hasta que comprendas que no hay nadie a quien salvar o condenar. Que las relaciones son medios de transformación en los que nos revelamos con autenticidad si tenemos la estructura para hacerlo.
EL CAMINO DEL AMOR
En el camino del amante aprendemos que la sombra es una parte de ti que ha perdido la esperanza primordial de iluminarse... Por eso, el desarrollo de la compasión representa una alta aspiración en este sendero. Reconocer nuestra sombra, abrazarla y transformarla, nos permitirá brillar y entregarnos al maravilloso misterio del amor. Un círculo completo de unidad. Lo que está afuera, está adentro de ti, y puede ser transmutado.
Love,
Yaramtia
*Si quieres tomar una consulta conmigo de Arquetipos del Amor o iniciar un programa de Simple LifeStyle, donde acompañaré tu proceso durante 8 sesiones, escríbeme a yaramtia@gmail.com o deja tus datos de contacto aquí
Fotos (todas de películas recomendadas):
- "La Bella y la Bestia", 2017 / Director: Bill Condon
- "Drácula de Bram Stoker", 1992 / Director: Francis For Coppola)
- "9 semanas y media", 1998 / Director: Anne Goursaud
- "Wild", 1994 / Director: Jean-Marc Vallée