Mi Versión de Pesto de Albahaca
El otro día no tenía nada de ganas de meterme a la cocina a cocinar por horas, pero sí quería hacer algo rico y práctico. Había albahaca en la nevera, así que decidí hacer un pesto medio improvisado. Aquí les va mi versión que dejó a más de uno contento:

Ingredientes:
- 2 tazas de hojas de albahaca (cuando deshojes la planta, no uses el tallo, ya que amarga el sabor)
- 3 dientes de ajo
- menos de 1 cucharadita de sal
- 1/2 puñito de nueces (no tenía piñones)
- Aceite de Oliva (no medí la cantidad)
- Pimienta negra y pimienta cayena al gusto
Preparación
Entonces... Como fue una receta improvisada con lo que tenía a mano, la idea es que ustedes puedan experimentar también a su propio gusto. Personalmente no me gusta hacer el pesto con el queso parmesano incorporado, por eso no lo puse en los ingredientes. Me parece que le cambia la textura, lo deja con una grasa media extraña, pero ustedes deciden si les gusta o no colocarle.
Comienza lavando la albahaca con agua fria y deja secando en hojas de papel toalla (no las estrujes para que no se oxiden y les quede el pesto con un color verde bonito). Mientras se escurre el exceso de agua de las hojitas, procede a agarrar un sartén, y a fuego medio, tuesta las nueces hasta que estén de dorado a marroncitas... ¡Esto hace TODA la diferencia en el sabor final!... De hecho, puedes tostar más cantidad y guardarlas para tus merienditas, colocarles pimienta (jajaja, más que el pesto, este fue mi gran descubrimiento).
En una licuadora, coloca la albahaca, los 3 dientes de ajo pelados, las nueces la casi cucharadita de sal y un chorro de aceite de oliva; comienza a batir en velocidad baja y apágala para ir incorporando los ingredientes con ayuda de una cuchara de madera. Ve viendo la contextura y agregando más aceite de oliva si hace falta. Cuando tenga la apariencia de una pasta cremosa, agrega las pimientas a tu gusto (yo la dejé bien picantita, y como la pimienta cayena realza mucho el sabor, no necesité ponerle más sal, pero como te dije, a tu gusto). Comprueba los sabores y listo.
Puedes servirlo con la pasta de tu gusto, colocar el queso parmesano por encima y disfrutar mucho de cada bocado, sobre todo si es domingo, día para "repetir" sin culpa. El pesto rinde mucho, así que puedes guardar lo que te sobre para aderezar tu ensalada o comer con una tostada de pan en otra ocasión.
Love,
Y.