Puedes Manifestar HOY, si quieres
Si hablamos de manifestar, nos daremos cuenta que la palabra trae una energía celebrativa… como si al decirla, estuviéramos dando el último paso necesario para que eso que tanto queríamos, se vuelva tangible.

Pero antes de ese “paso final”, existen un montón de “pasitos previos” que nos llevan a ese momento. Acciones, pensamientos y sentimientos cotidianos que nos guían a un mejor lugar, a ese espacio de ser en el que comenzamos a ser quien realmente somos y a emanar el poder que nos corresponde por merecimiento.
Esos pasitos previos son los que fortalecen nuestra estructura interna y externa, para poder manifestar y contener de forma saludable.
Llamémoslo rutina, pequeños cambios de hábitos, decisiones acerca de la actitud que queremos cultivar, relaciones insanas ante las que establecemos límites y nuevos vínculos enriquecedores, colaboradores que abren posibilidades a nuestros sueños.
¿Te animas a practicar la manifestación puntual y cotidiana que te prepara para Manifestar tu Poder?
Comienza por aquí:
Al despertar, escribe tres páginas de un cuaderno (destinado a este fin) con todo lo que se te venga a la mente. Sin pensar, sólo escribiendo y expresando.
Levántate, mueve un poco el cuerpo (el ejercicio que te apetezca y el tiempo del que dispongas).
Date una ducha fría (o termina tu baño con agua fría)
Prepárate y enseguida siéntate en silencio por algunos minutos, llevando la atención a tu respiración, y recibiendo la energía disponible alrededor de tu campo de frecuencia
Cuando estés cómod@ en ese espacio de calma, pregúntate: ¿cómo puedo manifestar hoy lo más genuino que existe en mi? Medita por algunos minutos en esa pregunta, percibe las sensaciones, pensamientos, si surgen, sin apegarte a ellos.
Abre los ojos, y dale forma a la experiencia anterior, escribiendo tu propósito del día, ese que te permitirá manifestar, hoy, lo más genuino que existe en ti (quizás sea algo como “mirar a los ojos a las personas y escuchar con atención lo que tienen para decirme”, o tal vez “mirar la vida con ojos curiosos, disolviendo juicios, críticas o reclamos innecesarios”..
Si te animas, agenda algunas alarmas a lo largo de tu día, que te recuerden de tu propósito. Y cada vez que la escuches, pregúntate: ¿qué puedo hacer para manifestar algo de esto, ahora? A veces podrás “hacer”, “pensar” o “sentir” algo, ya veces no habrá nada, todo es válido.
Al final del día, antes de dormir, haz una recapitulación de los momentos que te aproximaron o alejaron de tu propósito, sin recriminarte, simplemente observa con objetividad, como si fueras un testigo.
Finalmente, nota si puedes ajustar algo para facilitar esa manifestación de tu ser, en tu día a día y que puedas implementarlo pronto. Quizás necesites preparación o desarrollar ciertas habilidades (por ejemplo, si quieres ser más sociable, pero tienes rasgo introvertido en tu personalidad, puede ser que requieras participar de algunos espacios que te apoyen a sentirte más cómod@ en ambientes sociales -clases de teatro, deportes en equipo, etcétera-). Si este fuera el caso, comienza a planear cuándo te gustaría explorar en estos cambios un poco más grandes que los pasitos previos.
Así, día a día conectando con un propósito, aproximándote de él conscientemente, desde nuestro poder personal, vamos manifestando de forma puntual y dando paso a la manifestación que percibiremos como más trascendental.
Comienza hoy, de a poco, consciente y consistente, y prepárate para recibir manifestación genuina.
Love, Yaramtia.